Me pesan los parpados y me cuesta estar despierto. Me echaria a dormir en cualquier lado. Salimos del Deva Guest House a las 5:35 de la maniana para encaminarnos hacia Hospet, poblacion a 10 km de donde salia el tren direccion a Hublin.
Dormimos como pudimos sobre el porta equipajes de la "general class", lugar permitido para que uno pueda echarse. Llegamos a esta grandiosa ciudad observando que somos los unicos blanquitos del lugar, pero bueno con unas risas nos hicimos con la gente de la gran ciudad.
Fumando espero... al tren que nos llevara a Mumbai, saliendo a las 15:15 y llegando a las 5:50 de maniana dia 8. Second Class slepper, upper bed.
Nos debemos encontrar con Natvo, Nuria y Toni, de Vendrell y que compartiremos juntos los proximos 15 dias. Espero que nos encontremos, Mumbai es bastante grande, como 16 millons de habitantes (1 arriba, 1 abajo). Nos encontramos por la maniana y por la noche partimos los 5 hacia Jodhput, si Shiva quiere.
Por el momento creo que nos vamos a pegar una dormidita en el tren!
Sab Kuch Milega
Besos
Peri
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PD: Aunque no te conozca, Sofia me hablo algo de ti. Muchas gracias por el poema, nos tubistes a los dos bobalicones leyendolo. Un beso.
6 comentarios:
No te m'adormis, xaval. Et veig molt apalancat.
Salut Straight away!
Tan bonita i potente que es la imagen de "se hace camino al andar" o bien "la vida es el camino" i tan pesado i cansino que es hacer esos traslados de nuestros mortales cuerpos... Por que la realidad no se parece mas a la literatura hippi?
Besos para ambos, besos para las vendrellenses i un abrazo a Natxo.
Hanuman
HOla!
Unes fotos molt maques les que vau penjar, a vuere si en penjeu alguna més quan pugueu!
Petons i records desde torrdembarra
Oriol i Mireia
Durmieron como lirones? Se despertaron ahorita? He leido ese poem del que tan bien hablan: genial! Felicidades al autor.
Vuelven para encontrarse con amigos! Eso esta bien, compartir.
Besos
Creo, que como a Oliverio, a ustedes también les gusta la transmigración...
A unos les gusta el alpinismo. A otros les entretiene el dominó. A mí me encanta la transmigración.
Mientras aquéllos se pasan la vida colgados de una soga o pegando puñetazos sobre una mesa, yo me lo paso transmigrando de un cuerpo a otro, yo no me canso nunca de transmigrar.
Desde el amanecer, me instalo en algún eucalipto a respirar la brisa de la mañana. Duermo una siesta mineral, dentro de la primera piedra que hallo en mi camino, y antes de anochecer ya estoy pensando la noche y las chimeneas con un espíritu de gato.
¡Qué delicia la de metamorfosearse en abejorro, la de sorber el polen de las rosas! ¡Qué voluptuosidad la de ser tierra, la de sentirse penetrado de tubérculos, de raíces, de una vida latente que nos fecunda... y nos hace cosquillas!
Para apreciar el jamón ¿no es indispensable ser chancho? Quien no logre transformarse en caballo ¿podrá saborear el gusto de los valles y darse cuenta de lo que significa “tirar el carro”?...
Poseer una virgen es muy distinto a experimentar las sensaciones de la virgen mientras la estamos poseyendo, y una cosa es mirar el mar desde la playa, otra contemplarlo con unos ojos de cangrejo.
Por eso a mí me gusta meterme en las vidas ajenas, vivir todas sus secreciones, todas sus esperanzas, sus buenos y sus malos humores.
Por eso a mí me gusta rumiar la pampa y el crepúsculo personificado en una vaca, sentir la gravitación y los ramajes con un cerebro de nuez o de castaña, arrodillarme en pleno campo, para cantarle con una voz de sapo a las estrellas.
¡Ah, el encanto de haber sido camello, zanahoria, manzana, y la satisfacción de comprender, a fondo, la pereza de los remansos.... y de los camaleones!...
¡Pensar que durante toda su existencia, la mayoría de los hombres no han sido ni siquiera mujer!... ¿Cómo es posible que no se aburran de sus apetitos, de sus espasmos y que no necesiten experimentar, de vez en cuando, los de las cucarachas... los de las madreselvas?
Aunque me he puesto, muchas veces, un cerebro de imbécil, jamás he comprendido que se pueda vivir, eternamente, con un mismo esqueleto y un mismo sexo.
Cuando la vida es demasiado humana —¡únicamente humana!— el mecanismo de pensar ¿no resulta una enfermedad más larga y más aburrida que cualquier otra?
Yo, al menos, tengo la certidumbre que no hubiera podido soportarla sin esa aptitud de evasión, que me permite trasladarme adonde yo no estoy: ser hormiga, jirafa, poner un huevo, y lo que es más importante aún, encontrarme conmigo mismo en el momento en que me había olvidado, casi completamente, de mi propia existencia.
Oliverio Girondo
PD: Un placer que disfruten del obsequio...agradecida también porque, a los que seguimos su vitácora de viaje, con sus descripciones de esos lugares y de su gente, nos permiten ir alzando nuestros bosques imaginarios, que más tarde serán reales...
Besos para los dos.
Pau
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